Cosas que los extranjeros aman de España. Y tú también.

12 Jun 2015 curiosidades No hay comentarios

Podrían ser para empezar los Apertivos, Frutos Secos y Patatas La Montaña, que sabemos que vuelven locos a todo el que las prueba y son únicas, pero en este caso hablamos de ese conjunto de cualidades y costumbres que convierten a España en un destino único y en muchas ocasiones irrepetibles. Desde la variedad del paisaje hasta la forma de contar un chiste.

Un cúmulo de hábitos que, aunque no lo recuerdes, siempre te encantan y cuando estas lejos echas de menos a rabiar. La suma de todas esas cosas que hacemos a nuestra manera y disfrutamos sin asomo de culpa, dejando a nuestros vecinos terrícolas con la boca abierta y el espíritu rendido.

Repasa esta lista y encontrarás las buenas razones para volver a enamorarte de tu tierra.

LA MARCHA NOCTURNA. La noche eterna, los bares abiertos, las risas, la calle a reventar a las dos de la mañana. Es lo primero que comentan al volver y desde luego, lo que más disfrutan cuando lo viven.

LAS TAPAS. A cualquier hora y de todo tipo. Perfectas para que el alcohol no caiga en saco roto y para hacerte fuerte en la barra del bar y alternar con la parroquia. Irresistibles y gratis, algo que nos encanta a todos y sobre todo si son Patatas La Montaña!

LOS CHIRINGUITOS. Ese invento. Imprescindibles en la playa con una buena paella –si, aunque ellos la tomen al sol con sangría y siempre lo pronuncien mal- o con una ración de pescaíto frito, o con unas aceitunas machacadas. Música, buen rollo y gente guapa.

Sa Cova D'en Xoroi

Sa Cova D’en Xoroi en Menorca. Corbis

EL SOL. Sin duda todo un acierto, en invierno y en verano. Esa luz que parece surgir de todas partes y que siempre consigue levantar el ánimo. En la playa, en la montaña, en los parques, en las terracitas de las plazas y en los balcones con geranios. La luz es inconfundible y adictiva.

LAS PLAYAS. Con más de 7800 kilómetros de costa repartidos en tres mares no es de extrañar que las playas españolas sean un reclamo irresistible. Desde el ajetreado Cantábrico hasta el azul Mediterráneo, sin olvidar las impactantes ventanas al Atlántico. Arena blanca, románticos faros, tabernas de pescado, calas inolvidables, chill outs de ensueño y grandes extensiones doradas para reencontrarte con tu lado más marinero.

Playa de La Pared, Fuerteventura

Horizonte dorado de la playa de La Pared, en Fuerteventura, al caer el sol. Corbis

LA GASTRONOMÍA DE VANGUARDIA. A ellos les suena El Bulli de Ferrán Adriá, ese restaurante-concepto que nos terminó de situar en el mapa mundial de la gastronomía más puntera. A nosotros nos encanta descubrir los nuevos talentos y disfrutar de los muy consolidados. Mesa y mantel de lujo en todas las esquinas de un país que se precia de potenciar la calidad de sus productos.

EL VINO TINTO. Empezamos a ser conocidos con el Rioja y el Ribera como buques insignia, pero lo cierto es que cada vez son más las varietales que consiguen deleitar a propios y ajenos. Bodegas de diseño, vinos de autor y grandes extensiones de viñedos. El Mediterráneo en estado puro y toda una cultura por descubrir.

Nerua

Aquí se crean platos arquitectónicos. Nerua

LAS CAÑAS. Bien frías y bien tiradas. En barra de zinc o en bares de diseño, siempre con amigos y definitivamente apetecibles. La excusa perfecta para salir a dar una vuelta y acabar dando varias. Y por si esto fuera poco, inventamos la clara, ese camino medio con tintes dulzones que acaba por enamorar al más reacio.

LA SIESTA. Aunque la disfrutemos mucho menos de lo que reza la leyenda, y en la práctica sea una especie de capricho veraniego, a los extranjeros les encanta el concepto y siempre que pueden lo practican, aunque para ello tengan que esperar a comer a las cuatro de la tarde. Sin duda una embajadora muy exitosa.

Julito tirando una caña (de las mejores de Madrid) en el Bar Alonso

Así se tira una de las mejores cañas de Madrid (Bar Alonso). María F. Carballo

LAS ISLAS. Un reclamo certero que con Ibiza a la cabeza ha creado una marca propia. Las hay para todos los gustos. Desde las glamurosas Baleares, salpicadas de idílicas calas de arena blanca y agua turquesa, hasta las volcánicas Canarias, perfectas para descubrir el lado más salvaje del Atlántico. Noches a cielo abierto, rincones inolvidables y un estilo de vida que engancha sin remisión.

LA SEMANA SANTA. El silencio reverencial de la calle ante los dramáticos pasos, el canto desgarrador de las saetas y la devoción social sin precedentes convierten en todo un espectáculo de luces y sombras a la Semana Santa. Desde la sobria Castilla hasta la explosiva Andalucía. Un cuadro plástico inolvidable.

Es Vedrà y Es Vedranell a la caída del sol

Es Vedrà y Es Vedranell a la caída del sol. Álex del Río

LA ARQUITECTURA. Contamos con un extensísimo patrimonio en piedras históricas, un legado artístico que aflora en la arquitectura de un país que vive de la riqueza de sus contrastes. Iglesias románicas, alcázares, catedrales góticas, mezquitas, juderías… No hay más que ver la cara de los foráneos cuando contemplan, por solo poner dos ejemplos, el Acueducto de Segovia o la Alhambra de Granada.

EL FLAMENCO. La pasión desbordante del flamenco, estremecedora y auténtica, fascina a todos por igual. A los que lo viven y a los que lo protagonizan. Aunque muchos se quedan en la superficie del asunto, todos los viajeros llegan aquí con el firme propósito de ver un espectáculo flamenco, y si son lanzados marcarse unas sevillanas.

LAS FIESTAS. Las ferias, las verbenas, los farolillos de colores y las peñas. Los archiconocidos San Fermines, los castillets, los fuegos artificiales, los petardos, y ¡como no! siempre las fiestas de los pueblos con una ristra de costumbres que compiten en excentricidad y rayan en el susto. Hermandad a golpe de cantos regionales y bebidas autóctonas.

Vistas de la Alhambra

Vistas de la Alhambra, como para no enamorarse. Corbis

LOS MUSEOS. Pinacotecas de lujo y un legado artístico que nunca deja de maravillar. Madrid se lleva la palma, con el triángulo formado por El Museo del Prado, el Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Thyssen Bornemizsa como eje imprescindible de nuestra historia del arte.

EL CAMINO DE SANTIAGO. La senda que recorre el norte de España paralela a la cornisa cantábrica no deja de coleccionar historias inolvidables donde la devoción, la leyenda y la mística se funden en un peregrinaje avalado por los siglos. Besar los pies del apóstol es la mejor excusa para vivir una experiencia mágica insustituible.

EL CINE. Gracias a Pedro Almodóvar el cine español dejó de ser aquel fascinante desconocido para convertirse en ese apetecible objeto de deseo. A pesar de la crisis, son muchas las películas que traspasan nuestras fronteras y consiguen emocionar con sus historias y nuestra manera de entender la vida.

Diccionario básico para defenderte si viajas a Galicia

Diccionario básico para defenderte si viajas a Galicia  Corbis

EL IDIOMA. La sonoridad de nuestra erre, rotunda e inconfundible, les vuelve locos de risa cuando quieren imitarnos. Con las zetas ocurre otro tanto de lo mismo, y con las palabras más gruesas es el acabose. Intenta encontrar en un extranjero que haya pasado más de 24 horas aquí y no se sepa algún taco.

EL SENTIDO DEL HUMOR. Ácido, surrealista y a ratos negro oscuro. Pero siempre acompañado de unas risas, la seña de identidad de un país que sabe sacar lo mejor de si mismo incluso en las peores circunstancias.

LAS TIENDAS DE BARRIO. Los famosos ultramarinos reconvertidos en lugares de exposición dónde se puede encontrar casi de todo, empezando por una decoración tan estrepitosa como nostálgica y un dependiente con todo el tiempo del mundo para atender tus deseos. Un paseo por la historia reciente que siempre nos arranca una sonrisa.

La Recova

La Recova  Nacho Sánchez / Spain Food Sherpas

LOS BARES ABIERTOS. Cuando en otros países suena la campana y toca elegir entre discoteca o casa, aquí la noche no ha hecho más que empezar. A todos nos encanta tomar la penúltima y remolonear un rato más. A ellos también.

LOS CHURROS. Ese invento cargadito de colesterol que se toma con chocolate o con lo que surja. Toda una tradición para despedir la noche que sigue maravillándonos por su costumbrismo y su legión de seguidores.

LA GENTE. Lógico, somos una tierra de tipos majetes que con lo bueno y con lo malo sabe divertirse con lo que tiene a mano, y si no, como ya ha quedado claro, se lo inventa. Sabemos indicar direcciones pronunciando despacito y con paciencia, y no nos importa que nos hablen en sánscrito siempre y cuando nos regalen una sonrisa.

Churros San Ginés

El clásico de los clásicos

María Bayón (@bayonmaria) http://www.traveler.es/viajes/mundo-traveler/articulos/cosas-que-los-extranjeros-aman-de-espana-y-tu-tambien/6285