No hay mejores aliadas en una sesión de series intensiva, como aliciente para un partido importante o para amenizar una charla con amigas. Las pipas, que son básicamente semillas de girasol, son uno de esos vicios a los que cuesta renunciar. Además, no hay por qué hacerlo. Pueden formar parte de una dieta enfocada a adelgazar sin ningún problema. Es decir, que si hay que comer algo para pasar el rato, mejor que sea esto a una bolsa de gominolas.
Lo importante del tema es que están repletitas de proteínas y vitaminas y minerales esenciales como el ácido fólico, la vitamina E, el hierro o el magnesio, con lo cual tienen un alto contenido nutricional. Pero, sobre todo, estas sabrosas semillas contienen fibra, que juega un papel fundamental a la hora de hacernos perder peso, y tienen, además, otros componentes que favorecen la aceleración del metabolismo. Aumentar la ingesta de fibra es un paso sencillo para echarle un cable a la pérdida de peso. Como la fibra absorbe agua, se hincha en el estómago y ralentiza la digestión. Como resultado, la fibra te hace sentir lleno durante un período de tiempo más largo, lo que hace que sea más fácil comer menos. Y en esto las pipas pueden ayudarnos.
Lo bueno es mantenerse en una cantidad de unos 25 gramos al día para las mujeres y 38 gramos para los hombres. Así, obtenemos tres gramos de fibra por cada una de las raciones. No pasa nada si no tenemos excusa para tomarlas frente a la tele debido a que ese día no pongan nada. También es buena idea añadirlas en ensaladas, en cremas para darle un toque ‘crunchy’ o incluso en sándwiches sanos de pollo a la plancha, aguacate, etc. Lo cierto es que un hábito tan arraigado en nuestra cultura como el de comer pipas puede ser perfectamente compatible con una dieta sana. Y eso es una buenísima noticia.
Fuente: Atresmedia.
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