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De entre las decenas de opciones que tenemos a mano para alimentarnos como corredores de montaña, senderismo, ciclism, etc, hay algunos alimentos que suelen ser los más exitosos. Los frutos secos son uno de esos alimentos que no suelen faltar en la alimentación de un deportista de resistencia, ya que su aporte nutricional es perfecto.

¿La razón? La principal es que nos pueden aportar un chute de energía esencial para el deportista de resistencia y, además, son un alimento que permite ser transportado con facilidad, gracias a su reducido tamaño y a su resistencia contra las inclemencias del tiempo. Además, es un alimento que tiene una vida útil muy larga. Y por supuesto, están deliciosos!! sobre todo si se trata de nuestros Frutos Secos La Montaña Gourmet.

¿Qué son los frutos secos?

En líneas generales, los frutos secos son llamados así porque todos tienen una característica en común: en su composición natural tienen menos de un 50% de agua. Son alimentos muy energéticos, ricos en grasas, en proteínas, así como en oligoelementos. Según el tipo de fruto seco, también pueden aportar buenas cantidades de vitaminas (sobre todo del grupo B) o ácidos grasos omega 3 (poliinsaturados).

Por esta definición, ya nos debería quedar totalmente claro que son uno de los alimentos que nunca deberían faltar en nuestra dieta, pero ahora iremos explicando qué nos puede aportar cada uno de los frutos secos más populares que podemos encontrar en cualquier supermercado:

Almendras

Las almendras son todo un tesoro para el corredor, ya que contienen grandes dosis de minerales como el calcio, el magnesio y el potasio, además de Vitamina A y Vitamina E. Tampoco nos debemos olvidar de que también aportan fósforo, carótenos antioxidantes y ácido fólico.

Avellanas

Muy conocidas por ser una gran fuente de proteína de origen vegetal, también nos aportan minerales (calcio, potasio, magnesio, zinc y hierro). Asimismo, las vitaminas que nos aportan son Vitamina E, Vitamina C, Vitamina A y muchas de las vitaminas de la familia B.

Cacahuetes

En realidad no es un fruto seco, sino una legumbre, pero las incluimos aquí porque suelen ser consumidos como fruto seco. Son muy ricos en proteínas y aminoácidos como la arginina. Potasio, fósforo, calcio y magnesio son los minerales que proporciona, así como ácidos grasos Omega-6. La Vitamina B es la que más abunda, así como potentes antioxidantes.

Nueces

El 90% de las grasas de la nuez son insaturadas; contiene ácidos grasos poliinsaturados esenciales Omega 3 y Omega 6 que reducen el nivel de colesterol de la sangre y protege de enfermedades del corazón. Además es fuente de proteínas de origen vegetal, con un importante contenido de arginina. Asimismo, son fuente de Vitamina E y minerales como el cobre, el zinc, el potasio, el magnesio y el fósforo.

Pipas de girasol

Al igual que sus familiares, las pipas son muy ricas en minerales como magnesio, cobre, zinc y hierro.  Son ricas en antioxidantes como la Vitamina E, sobre todo el ácido fenólico., y de ácidos grasos insaturados.

Como podemos ver, la práctica totalidad de los frutos secos son una pequeña reserva de grasas saludables, proteínas, antioxidantes, minerales e incluso fibra. Todos aportan nutrientes parecidos, así que además de los nombrados arriba, no nos olvidemos de otros muchos, como los anacardos, los pistachos, las pipas de calabaza o los piñones por nombrar a unos pocos.

Lo importante es consumir frutos secos de calidad, sin haber sido manipulados ni sometidos a procesos como el tostado, el salado u otros que pueden alterar el equilibrio que estos alimentos nos pueden proporcionar.